¡DÍA DEL NIÑO!
La magia de la infancia se vive en cada rincón de nuestro colegio. Y qué mejor forma de celebrar el Día del Niño que llevar a nuestros estudiantes de nivel inicial y primaria a un día campestre en el famoso «El Rey Sol». Esta iniciativa no sólo refleja nuestro compromiso de proporcionar experiencias enriquecedoras para nuestros alumnos, sino también de fortalecer nuestra comunidad escolar a través de la alegría y la unión.
«El Rey Sol» es más que un simple espacio recreativo. Es un espacio de diversión, aprendizaje y camaradería, desde el momento en que llegaron nuestros estudiantes, sus ojos brillaron con emoción y asombro. Los vastos espacios verdes, las múltiples atracciones y las áreas de juego despertaron en ellos un espíritu aventurero y una curiosidad insaciable.
A lo largo del día los niños tuvieron la oportunidad de participar en diversas actividades, desde juegos tradicionales hasta innovadoras atracciones, cada momento fue una oportunidad para aprender, reír y fortalecer lazos con sus compañeros. Además, este tipo de salidas permite que nuestros estudiantes desarrollen habilidades sociales, aprendan a trabajar en equipo y valoren la importancia del respeto y la colaboración.
Pero no sólo fueron los estudiantes quienes disfrutaron, el personal docente y administrativo también participó activamente, reafirmando una vez más que nuestro colegio es una gran familia. La felicidad y la risa eran contagiosas, y se podía sentir el amor y el cuidado en cada momento del día.
En medio de tantas actividades, también hubo tiempo para el descanso y la reflexión. Bajo la sombra de los árboles, grupos de niños se reúnen para compartir historias, experiencias y sueños. Estos momentos, aunque parezcan simples, son esenciales para el desarrollo emocional y social de nuestros alumnos.
Como colegio, nuestro objetivo va más allá de la educación académica, nosotros buscamos formar individuos íntegros, felices y con un fuerte sentido de comunidad. Este día campestre es una muestra de ello, al final del día, al ver las sonrisas en los rostros de nuestros estudiantes, sabíamos que habíamos logrado algo especial.
Nos llena de orgullo poder ofrecer experiencias como estas a nuestros alumnos. Y estamos seguros de que este día quedará grabado en sus corazones como un recuerdo feliz de su paso por el colegio. Porque en nuestro colegio, cada día es una oportunidad para aprender, crecer y, sobre todo, ser feliz.